En el centro de Vietnam
Da Nang está enclavada en el centro de Vietnam, los franceses la llamaron Tourane y fue un eje estratégico en las guerras, sobre todo en la Guerra de Vietnam en 1965. Fue la zona donde las tropas americanas desembarcaron y base militar estadounidense.
Después de nuestro desayuno en el Hotel Saigon Morin de Hué, nos disponíamos para nuestra salida hacía Da Nang, cuando Nguyen Thi Du, la chica a la cual le compré varios cuadros me estuvo buscando para entregarme en papel de arroz mi nombre en vietnamita y un autorretrato que me había hecho, quería hacerme un regalo. Me conmocionó mucho.
Este trayecto lo hacíamos en autobús, unos 93 km y una duración de 2:30 horas aproximadamente. El viaje no se me hizo largo, ya que me brindó uno de los paisajes más espectaculares de Vietnam, bosques de palisandro, ébano, carreteras bordeando montañas a lo largo de la costa, mi primera incursión en el continente asiático me estaba dejando sin palabras.
Hicimos una parada en el Monte de las Nubes, para hacer algunas fotos. El clima aquí ya se notaba mucho más cálido y húmedo.
Da Nang está ubicada al oeste del río Son Han y ha pasado de ser un pueblo pesquero a convertirse en la cuarta ciudad portuaria más importante del país.
Lo primero que visitamos fue el Museo de Escultura Cham, que alberga la colección más grande del mundo de esculturas Cham. Merece la pena echar un vistazo, pues te puedes hacer una idea de quienes fueron los Cham, sus costumbres, forma de vida, y sobre todo si quieres visitar algunos lugares del alrededor de Da Nang.
El reino de Champa fue fundado por los cham, un pueblo de ascendencia malayo-polinesia y cultura con influencia hinduista. Champa fue creado en el año 192 d.C. Abarcaba la región costera del centro y el sur del actual Vietnam. Fue invadida por los chinos en el año 446 y en el 1145 por los jemeres. En el siglo XIII los cham estaban en guerra contra los jemeres, vietnamitas y los mongoles. El en siglo XV el reino de Champa estaba en plena decadencia y fue absorbido por los vietnamitas en el siglo XVII.
A continuación visitamos Las Montañas de Mármol de Da Nang.
Es un conjunto de cinco montañas de piedra caliza y mármol al sur de Da Nang dirección Hoi An. Cada montaña simboliza un elemento: metal (kim), agua (Thuy), madera (moc), fuego (hoa) y tierra (tho). Solo se paga por visitar la Montaña del Agua, es la más turística y la que contiene más puntos de interés.
Puedes subir caminando o en ascensor. Nuestro guía nos hizo subir un camino de 156 peldaños, que realmente se hizo duro por el calor que hacía. Recomiendo que se visite a primera hora de la mañana. Hay dos senderos de ascenso. El acceso por el camino del este tiene 108 peldaños.
Lo primero que nos encontramos fue la pagoda Tam Thai Tu, el templo más antiguo del complejo, data del año 1630 y fue restaurada por el emperador Minh Mang en 1826. En el centro del patio tiene un simpático “happy Buda”.
Cogiendo el camino de la derecha podemos ver la Pagoda de Linh Ung con grandes estatuas de Buda en el jardín, pero destaca la Torre Xa Loi, una torre construida en el 1997 de 15 metros de altura. Justo al lado se encuentra la cueva Tang Chong.
Desde la pagoda de Tam Thai, el camino que hay en frente te lleva a la cueva Linh Nham, con sus orificios formados en las paredes dejando pasar los rayos de luz, una cueva muy alta con una estatua de Buda sentado de piedra.
El camino de la izquierda antes del acceso a la cueva de Huyen Khong entras a una cueva más pequeña llamada Hoa Nghiem en la cual hay una figura de un Buda femenina, conocida como la diosa de la Misericordia.
Descendiendo unos escalones custodiados por cuatro guerreros entras en la cueva de Huyen Khong que tiene un inmenso altar excavado en la roca, como esculturas de budas y no es de extrañar encontrar fieles rezando y haciendo ofrendas.
Nuestro guía nos estuvo mostrando los múltiples agujeros de bala producidos durante la guerra de Vietnam, como algunos de los túneles donde los vietnamitas se escondían y se trasladaban de un lugar a otro.
La cueva de Am Phu o cueva del Infierno es la única cueva que hay que pagar una entrada a parte.
Cuando bajamos de la montaña fuimos a ver una fábrica de mármol, donde la gente a base de martillo y cincel daban forma a enormes bloques de piedra.
Terminada la visita y después del almuerzo nos fuimos al Hotel Furama, un hotel de 5 estrellas con unas magnificas instalaciones que está junto a la playa.
Inmediatamente nuestro guía nos llevo a una sastrería y bordados a mano. En el taller nos explicaron minuciosamente la elaboración de la seda, desde el cultivo del gusano de seda, extracción, hilado, secado y hasta la exposición de las telas en la tienda. Claro que todos nos dejamos hacer trajes típicos (Ao Dai) a medida de seda, al igual que pantalones y blusas, realmente los precios eran una verdadera ganga. La sastrería se llamaba Thong Loi. Todo lo que se compró, nos lo llevarían al día siguiente al hotel.
El final de la tarde la pasamos en la playa, pero desgraciadamente no pudimos disfrutar mucho del agua, el mar tenía una gran resaca, pero el agua estaba bastante cálida, así que el último baño nos lo dimos en la piscina del hotel.
La cena fue en una de las magníficas terrazas que tenía el hotel.
A la mañana siguiente nos desplazaríamos para visitar el Santuario de My Son, a unos 60 km sudeste de Da Nang.
El rey Bhadravarman I eligió este valle como santuario religioso, y en el siglo IV se levantaron numerosos templos y torres (kalan) dedicados a los monarcas y divinidades brahmánicas. La cuna de la religión Cham es de influencia hindú.
Tiene en su conjunto 8 grupos de edificios, 68 templos, la mayoría cubiertos por la maleza.
Estos templos los construían utilizando ladrillos secados al sol y los unían con la resina del árbol cau day. Una vez terminados, encendían hogueras alrededor que ardían durante varios días. Con el intenso calor, cocía la estructura, derritiendo y amalgamando de los ladrillos y la resina. Este tipo de construcción era capaz de resistir a las inclemencias atmosféricas como el paso del tiempo, pero no pudo con las bombas de la guerra. Todavía se puede ver los agujeros de las bombas. Los yanquis mataron de 500 a 600 mujeres y niños en esa zona, fue una verdadera matanza.
Cuando se visita los templos no debes alejarte del camino, hay muchas señalizaciones recordándotelo, en la zona quedan bastantes minas sin explotar.
Antes de visitar los templos, en la zona que hay para las tiendas y tomar algún refrigerio, nos ofrecieron las danzas típicas de My Son.
Personalmente recomiendo la visita a estos templos.
Posteriormente nos desplazamos a Hoi An.
Hoi An es una ciudad que descansa a orillas del Thu Bon y no lejos de la costa. En el pasado fue un próspero puerto y punto de encuentro entre Oriente y Occidente. En su origen era un puerto marítimo del reino de Champa llamado Dai Chien. A comienzos del siglo XVI llegaron los portugueses, posteriormente los chinos, los japoneses, holandeses, británicos y los franceses. Con ellos llegaron los misioneros y Alexandre de Rhodes introdujo el alfabeto latino en el idioma vietnamita.
Lo primero que hicimos es dar un paseo en barca por el río Thu Bon para ver el arte de la pesca, donde los pescadores sumergen las grandes redes en el río, o las pequeñas redes que son lanzadas al aire cayendo al agua con suma maestría. Desde el río tienes un buena perspectiva del mercando.
A comienzos de la década de 1980, la Unesco y el gobierno polaco tomaron la iniciativa de restaurar y salvaguardar los barrios antiguos y sus monumentos. Esta ciudad sufre todos los años inundaciones, quedando sumergidas bajo dos o tres metros de agua.
La parte más antigua de la ciudad está en el sur, a orillas del río. La calle Le Loi, fue la primera calle trazada hace cuatro siglos y discurre perpendicular al río. Medio siglo después creció al oeste el barrio japonés con sus casas de estilo nipón y su famoso Puente Cubierto Japonés (Cau Nhat Ban), y cincuenta años más tarde creció el barrio cantonés.
Hoi An es única, el barrio antiguo es un fascinante cóctel, templos, pagodas, casas comunales, santuarios, residencia de clanes, etc.
Comenzamos visitando el Puente Cubierto Japonés, construido en 1593-1595 por los comerciantes japoneses, con la finalidad de unir el barrio comercial japonés con el barrio chino.
El puente está construido con madera de gran resistencia, cemento y piedra, cubierto por un tejado de teja gris. El tejado está decorado con tallas de madera y piedra. Está totalmente cubierto con forma arqueada, tiene una longitud de unos 18 metros y en el centro tiene una pagoda de madera tallada y pintada llamada Chua Cau, dedicada a Dac De. En la entrada oeste, el animal guardián es el mono, al ser este el animal del año del calendario chino en que se inició la construcción. En el lado este es un perro, año en que concluyo su construcción.
Con la colonización francesa, estos aplanaron el suelo para facilitar el transporte de vehículos, pero en el año 1986 lo devolvieron su aspecto inicial. En su puerta de entrada hay una inscripción grabada en el año 1719, con el nombre que le dieron los vietnamitas, “Puente Lai Vie Kieu” que significa “Puente de la lejanía”.
La leyenda cuenta que un dragón subterráneo llamado Mamazu (conocido también como Cu), tenía su cabeza en la India, su cuerpo en Vietnam y su cola en Japón. Cada vez que se movía se producían graves terremotos. Como su espalda estaba en esta zona, decidieron construir el puente para impedir que se moviese.
El templo de Phuoc Kien, construido en 1792 por familias originarias de Fujian en China que se establecieron en Hoi An, y está dedicado al culto de la dama Thien Hau, diosa del mar y protectora de los marineros y pescadores. Originalmente era una pagoda llamada Kim Son destinada a la adoración de Buda.
El techo del templo y la sala de asamblea, estaba lleno de espirales de incienso en forma de conos que los dejan como ofrendas, algunos pueden tardar hasta meses en consumirse. El acceso al templo es una estructura dividida en tres partes y cubierta con siete tejados superpuestos. En la decoración se han utilizado animales que simbolizan la cultura china.
El altar mayor está dedicado a la dama Thien Hau, pero hay otros altares dedicados a los señores de la fertilidad, como a los seis generales de la dinastía Ming.
Hoi An tiene muchas cosas para visitar, pero es un placer pasear por sus calles y disfrutas de sus construcciones, tiendas y su ambiente.
Es una ciudad donde hubiese preferido quedarme un día más, tiene un encanto especial, pero eso es lo que tiene los viajes organizados, y reconozco que su visita a mí se me quedó muy corta.
En 1999 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Regresamos al hotel Furama para disfrutar y una excelente cena. Al día siguiente poníamos rumbo al sur de Vietnam.