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Rumbo a Laos

Laos, Pha that Luang

Reencuentro con un sueño

Laos ha sido un país que he visitado dos veces y además consecutivamente. Me enamoró tanto que no lo dejé enfriar, sobre todo por las personas que había conocido, la tranquilidad de su gente y la belleza de sus paisajes.

El primero fue un viaje organizado visitando Laos y Camboya, pero esta vez quise hacerlo a mi gusto, volví a repetir muchos lugares, esta vez me acompañaba mi amiga Herminia, quería enseñarle la belleza y el sentimiento que despertó en mí ese país.

Herminia, Rey Setthathirat y yo
Herminia, Rey Setthathirat y yo

Desde que tuvimos claro donde íbamos a ir, sacamos nuestros billetes de avión desde Madrid a Vientián vía Bangkok al igual que el vuelo interior de Vientián a Luang Prabang. Solo el de Luang Prabang a Pakse fue el único vuelo que me tuvo que sacar el guía Khamphone, no tuve acceso a las líneas aéreas.

El crucero por el río Mekong en el barco Vat Phou (este recorre el sur) lo reservamos directamente con la compañía que lo explota, www.mekong-cruises.com. Tengo que decir que no es barato, nosotras pagamos 531 euros, pero he comprobado que los precios han subido bastante, ahora están a 662 euros en temporada alta (1 octubre-30 Marzo) y 463 euros en temporada baja (1 abril al 30 septiembre). El crucero son dos noches y tres días, todas las comidas incluidas y visitas que realizas durante el trayecto.  El que desee hacerlo y no quiere pagar estos precios, pueden ir a la aventura, si no está todo ocupado, pueden sacarlo por precios muchos más baratos, solo que el riesgo a no tener plaza también es alto.

Laos, Phat That Luang
Franginpani

Lo único que hicimos extra fue pasar unos cuantos días al norte de Luang Prabang en poblados de la etnia hmong y khmu. Una verdadera y alucinante experiencia.

Todos nuestros amigos de España nos decían que estábamos locas, que íbamos a una escuela granja a darle de comer a los animales y a plantar arroz, que cuando terminásemos esa aventura seguramente Herminia dejaría de hablarme. Yo fui la que tuve la idea, bueno mejor dicho, Khamphone me lo comentó el año anterior y no hizo falta mucho para convencerme. Me ocupé de todo con unas ganas tremendas. Herminia no pudo por cuestiones de trabajo, además dijo que le daba exactamente todo igual, lo único que deseaba era irse al igual que yo, no fue un año muy bueno y las dos teníamos síndrome de huida, deseábamos alejarnos el máximo posible de aquí y sobre todo de una sociedad que cada vez nos gustaba menos.

Pha That Luang
Pha That Luang

Desde aquí reservamos el hotel Lao Plaza en Vientián, un hotel de cinco estrellas en el mismo centro de la ciudad y el transfer, no queríamos después de tantas horas de avión y aeropuertos tener que ir buscando un medio de transporte.

Así que a primeros de noviembre nos pusimos en marcha. Nos encontramos en la estación Sur de Madrid y de allí llenas de ilusión al aeropuerto para embarcar con rumbo a Laos.

Cuando llegamos a Laos al día siguiente sobre las tres de la tarde, allí estaba el coche del hotel esperándonos.

Me parecía mentira estar allí de nuevo, me era todo tan familiar y acogedor que estaba deseando llegar al hotel tomar una ducha y lanzarnos a recorrer sus calles.

Patuxai
Patuxai

Así lo hicimos, pero le pedimos al hotel que nos hiciese el servicio de llevarnos a visitar el Pha That Luang, el monumento más importante de Laos, símbolo de la religión budista y soberanía nacional.

Su nombre significa “La stupa sagrada más preciosa del mundo”. A mediados del siglo XVI el rey Setthathirat, trasladó la capital desde Luang Prabang a Vientián y ordenó construir el Pha That Luang en el sitio donde antes había un templo jemer. Su construcción comenzó en 1566 y en los años siguientes se elevaron 4 wat alrededor de la stupa (hoy solo quedan dos), el Wat That Luang Neua, residencia del Patriarca Supremo al norte y el Wat That Luang Tai al sur.

Seguidamente nos dirigimos al Patuxai, que nos recuerda al Arco del Triunfo de París, construido en la década de 1960 con cemento estadounidense inicialmente destinado a la construcción del nuevo aeropuerto.

Seguidamente nos fuimos a ver atardecer al rio Mekong para luego irnos a tomar algo en uno de los muchos restaurantes que hay en la ribera del río. Estábamos un poco cansadas y queríamos retirarnos pronto. Durante todo el tiempo Thong-ing, empleado del hotel estuvo con nosotras.

Pha That Luang
Pha That Luang

 

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