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Guru Rinpoche y otra profecía

Guru Rinpoche

Leyendas de un pequeño reino

Si una cosa me ha quedado claro en este viaje, es que Bhután es un país lleno de leyendas, profecías y costumbres ancestrales que están muy arraigadas en sus vidas, hasta el punto que es una forma de vida.

Después de nuestra visita al Lhuentse Dzong, todos juntos, incluidas las chicas, tomamos el camino a Tangmachu, al pié de la montaña Takila, para visitar la estatua más grande que se ha construido de Guru Rinpoche, también llamado Guru Padmasambhava en forma de Guru Nangsi Zilnoen.

Guru Rinpoche
Detalle de una columna

 

Según el gran terton (descubridor de textos ocultos) Lerab Lingpa (1856-1926) profetizó que en algún momento habría una guerra de caballos en el Valle Kurteo y para evitarla había que construir una estatua de Guru Nangsi Zilnoen y del mismo modo el difunto Lama Sonam Zangpo del siglo XX (yogui más venerado de Bhutan) hizo hincapié, en que, para asegurar la prosperidad en el mundo y especialmente en Bhutan, deberían construir en Takila la estatua de Guru Rinpoche.

Las obras comenzaron en el año 2008, su finalización estaba prevista para abril 2015 (doy fe que en sept 2015 seguía en obras), el retraso es debido a la dificultad del transporte y sobre todo a que se está haciendo todo a mano, sin la intervención de maquinaria. La altura de la estatua es de 52.73 metros incluyendo un león como trono de 12,19 metros y una flor de loto donde está sentado Guru Rinpoche de 5.79 metros, toda hecha en bronce y el rostro en laminado de oro puro.

En el interior habrá un monasterio de tres plantas con estaturas, murales e iconos que describen las historia, cultura, literatura y vida de las enseñanzas budistas. En el tercer piso hay una salida a una terraza de la cual tienes una panorámica espectacular de las montañas y el valle. El coste previsto de la obra es de 200 millones de ngultrum (1 euro = 71 ng).

Guru Rinpoche
Guru Rinpoche

Terminada la visita volví a darme un paseo descendiendo el camino y así poder disfrutar del paisaje, tengo que decir que para llegar a la estatua la carretera está llena de baches y una gran parte sin asfaltar. El chofer me recogió por el camino.

Hicimos una pequeña parada en la carretera mientras Dorji recogía unas cosas de un pequeño poblado. Era sensacional ver como los niños iban apareciendo uno tras otro para saludarte desde lejos, se notaba que no estaban acostumbrados a ver turistas, “divina inocencia”.

Se nos hizo tarde para almorzar, no íbamos a llegar a tiempo, así que me preguntó si quería parar en algún lugar de camino a Mongar. El sabía de antemano que yo preferiría cualquier restaurante local con sus comidas que el bufet que ofrecen los hoteles.

Bueno, donde paramos no tenía nada que ver con un restaurante. Era una tienda que vendían desde bebidas alcohólicas, refrescos, productos de limpieza, alimentos y quien sabe que más, porque no había ni cinco centímetros de espacio libre para meter más mercancías. También había una mesa baja con un banco para sentarse y unas sillas de plástico, le pregunté si allí era donde almorzaríamos y me contestó afirmativamente.

El pidió por mí, no tenía ni idea lo que iba a comer. La dueña de la tienda desapareció detrás de una cortina, me imagino que allí tendría la cocina. Mientras cocinaba, Dawa y Dorji abrieron un bote grande de plástico y sacaron unas verduras rebozadas que estaban de lo más exquisito, no sé cuantas llegué a comer. Luego la señora apareció con una bandeja llena de cuencos llenos de sopa de fideos, “que sopa mas deliciosa”,

Guru Rinpoche
Koka soup with egg

El pidió por mí, no tenía ni idea lo que iba a comer. La dueña de la tienda desapareció detrás de una cortina, me imagino que allí tendría la cocina. Mientras cocinaba, Dawa y Dorji abrieron un bote grande de plástico y sacaron unas verduras rebozadas que estaban de lo más exquisito, no sé cuantas llegué a comer. Luego la señora apareció con una bandeja llena de cuencos llenos de sopa de fideos, “que sopa mas deliciosa”, estaba un poco picante pero me supo a gloria y acompañada de mi cerveza Druk 11000 todavía más. Quien me iba a decir que en un lugar como aquel iba a tener un almuerzo tan fantástico.

Una vez terminado el festín nos despedimos de las chicas, las recogería algún familiar y nosotros tres seguiríamos nuestro camino a Mongar, al cual llegamos anocheciendo y por lo poco que pude ver el pueblo tenía muy buena pinta. Lo único que queríamos era llegar al hotel y darnos una ducha ya que no lo habíamos podido hacer en Khoma.

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