Borobudur, una estupa budista

Borobudur es una estupa y el templo budista más grande del mundo. Está situada a 40 kilómetros al noroeste de Yogyakarta.

Para desplazarte al templo lo puedes hacer autobús o lo puedes hacer con conductor privado, nosotras lo decidimos así, ya que en un día queríamos visitar Borobudur y Prambanan y hubiese sido un poco estresante hacerlo con el transporte público.

Las entradas son realmente caras, puedes hacerlo por separado los dos templos, lo cual te cuestas 325.000 rupias (unos 22.50 euros o 25 dolares), o sacar las entradas para los dos templos conjuntamente, lo cual te sale por 630.000 rupias (unos 43.50 euros). La entrada para ver el templo de Borobudur al amanecer no se puede sacar conjuntamente con el templo de Prambanan. Nosotras teníamos claro que no queríamos madrugar más, llevábamos días durmiendo muy poco y madrugando.

Después de nuestro desayuno en el salón de la suite Borneo del Tiga Lima Homestay nos esperaba Sinbad Andi para llevarnos a los templos. Fue nuestro conductor durante todo el día y verdaderamente estuvimos muy contentas con él.

Sinbad Andi aunque era solo nuestro conductor, todo el tiempo nos estuvo explicando cosas, tenía un buen conocimiento de historia y sobre su tierra, además de ponernos música reggaetón (le encantaba Despacito). Aquí os dejo su email y teléfono por si alguien quiere contactarlo. Email mapsozean@gmail.com, teléfono +62 8222 655 7009, y en Face book como en instagram lo podéis contactar como Java Tour Explore. Es una persona muy agradable, servicial y además de simpático.

Tardamos aproximadamente una hora en llegar al templo. Andi nos acompañó para sacar las entradas y se quedó esperándonos mientras nosotras hicimos la visita.

HISTORIA DEL TEMPLO BOROBUDUR

El templo Borobudur o Barabudhur en javanés fue construido por los soberanos de la dinastía Sailendra entre los años 750 y 850. Es una estupa de forma piramidal relacionada con la tradición Mahayana.

Fue abandonado después del siglo XIV con el ocaso de los reinos budistas e hinduistas debido a que gran parte de la población fue convertida al islam. Otra teoría se basa en la hambruna provocada por la erupción volcánica, aproximadamente en el año 1006. Sin embargo el monumento jamás fue olvidado por los habitantes de la zona y estos en vez de glorificar la historia del monumento este se convirtió en una superstición asociada con la mala suerte y la miseria.

Sobrevivió a los avatares de la naturaleza y en el año 1814 fue redescubierto por Thomas Stamford Raffles, gobernador británico en Java. Al año siguiente Raffles comenzó con la limpieza del lugar ya que estaba cubierto de ceniza volcánica y vegetación. Unos 200 trabajadores pasaron 45 días moviendo tierra y cortando árboles. Muchas zonas del templo se destruyeron.

En 1885 durante el trabajo de limpieza descubrieron los relieves en la base del templo. Pero el proyecto de restauración más largo fue llevado a cabo entre 1975 y 1982 por el gobierno de Java y la Unesco, tras lo cual fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1991. Borobudur es hoy en día un lugar de peregrinación donde una vez al año los budistas celebran el Vesak.

El área donde está ubicado el templo es conocida como llanura Kedu, lugar sagrado  y denominado “el jardín de Java” debido a su fertilidad. Fue construido en una colina a 265 metros sobre el nivel del mar.

Borobudur consta de seis plataformas cuadradas coronadas por tres plataformas circulares, y está decorado por 2.672 paneles de relieve y 504 estatuas de Buda.

La base es un cuadrado de 123×1123 m y tiene una altura de 4 metros, el centro compuesto por cinco plataformas también cuadradas van disminuyendo a medida que asciende.

Según la cosmología budista, el universo se divide en tres zonas principales y este templo es un ejemplo de ello. La primera sección (la base) se llama “Kamadhatu” (el mundo de los deseos), que describe las vidas humanas que tienen la capacidad de controlar los deseos. La segunda sección (cinco plataformas cuadradas) se llama “Rupadhatu” (el mundo de las formas), que describe las vidas humanas que tienen la capacidad de controlar los deseos y aun así atados por las formas. La tercera sección (plataformas circulares) se llama “Arupadhatu”, (el mundo sin formas), que describe el mundo de nirvana y sunyata.

Visto desde arriba el templo toma la forma de un mandala budista, representando la cosmología budista y naturaleza de la mente.

De los 2.672 bajorrelieves individuales, 1.460 son paneles narrativos y 1.212 son decorativos y ocupan una superficie de 2.500 m2 que se distribuyen entre la base oculta Kamadhatu y las cinco plataformas Rupadhatu.

Los paneles narrativos cuentan la historia de Sudhana y Manohara y se leen de derecha a izquierda. La base oculta narra la historia de la ley del karma. Las paredes de la primera galería tienen dos series de relieves sobrepuestos, cada uno con 120 paneles. La parte superior muestra la biografía de Buda, mientras que los de la parte inferior muestran las vidas anteriores a Buda. Los paneles restantes están centrados en la búsqueda de Sudhana.

Otros paneles en las diferentes plataformas comienzan con el glorioso descenso de Buda del cielo y termina con el primer sermón en el parque Deer cerca de Varanasi. Los jatakas son historias de Buda después de nacer como el príncipe Siddhartha, otros narran el Sudhanakumaravadana o hazañas del príncipe Sudhanakumara, otros se centran en las 34 leyendas del Katakamala, y por último la búsqueda de Sudhana y su búsqueda por la sabiduría máxima.

Las estatuas de Buda están sentadas con las piernas cruzadas en posición de flor de loto distribuidas en las cinco plataformas cuadradas (nivel Rupadhatu), hay un total de 432 estatuas y en las plataformas superiores (nivel Arupadhatu) están dentro de las estupas perforadas sumando un total de 72. De las 505 estatuas en total, cerca de 300 esta mutiladas (principalmente decapitadas) y 43 están perdidas.

El templo de Borobudur para mí fue el templo que más me impacto de la isla de Java, realmente no sé cuantas horas estuvimos deleitándonos en el, pero yo me hubiese quedado un día entero, es de esos lugares que desprende magia.

El único inconveniente fue la cantidad de gente que lo estaba visitando, era imposible sacar alguna foto sin que hubiese alguien. El interés estaba en hacerse selfies en vez de admirar aquella grandiosa obra arquitectónica. Colegios llevan a sus alumnos a visitarlo y entre sus trabajos es realizar encuestas sobre todo a los turistas, creo que nos preguntaron lo mismo cuatro o cinco veces, al final tuvimos que decirles que ya no respondíamos a mas preguntas porque si no nos daba tiempo a ver el templo.

Poco después de las 11 horas, el templo se quedó casi vacío, lo cual nos hizo apreciar más su belleza.

A la salida nos encontramos con un recinto donde había cuatro elefantes comiendo tranquilamente.

Sinbad Andi nos esperaba para continuar con nuestras visitas.