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Borneo y sus orangutanes

Borneo

En busca de los orangutanes

Borneo es la tercera isla más grande del mundo, situada en el sureste asiático. La isla se encuentra dividida entre Brunéi, Malasia e Indonesia.

Por la mañana temprano nos dirigimos al aeropuerto de Semarang para tomar un vuelo que salía a las 10 de la mañana hacia la isla de Borneo con las líneas aéreas NAM AIR. La duración del vuelo es de 1hora y 10 minutos. El aeropuerto de Semarang nos sorprendió gratamente, es un aeropuerto nuevo, limpio y el personal que trabaja allí es muy amable.

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Río Kumai

Salimos a la hora estipulada. Cuando íbamos llegando a la isla de Borneo era desolador la panorámica que estaba teniendo. El cielo gris por el humo y lo que se veía de paisaje era plantaciones y más plantaciones para el aceite de palma. Nada más desembarcar del avión en Pangkalabun  el olor era ha quemado era bastante desagradable.

Allí nos esperaba nuestro guía de la empresa Orangutan Tour Tanjung Puting. El nos llevaría al embarcadero que está a unos 25 km del aeropuerto y trayecto sería de unos 20 a 25 minutos. Antes de coger el coche le pedimos ir a una oficina en el aeropuerto para cambiar divisas, nos comentó que no había ningún problema en hacerlo en el pueblo. EMPEZAMOS MAL.

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Nuestro barco

Una vez dejamos las maletas en el barco, mis amigas se fueron a cambiar dinero con el guía y yo me quedé en la agencia para terminar de liquidar la cuenta, habíamos enviado dinero para hacer la reserva y teníamos que pagar la diferencia.

Buscar los klotok (barcos que navegan por el río), hay que hacerlo con bastante antelación y sobre todo comprobar los precios, porque puede haber tal diferencia de precios de una compañía a otra, que te pones las manos en la cabeza. Nosotras pagamos por 3 personas 7.500.000 de rupias (unos 485 euros) por tres días y 2 noches. Comida y bebida va incluida y otra cosa importante, es que seguramente tendréis que pagar una parte con anterioridad, cuando hagáis la transferencia si podéis hacerlo en su moneda local, luego es muy difícil que os digan a cuanto hicieron el cambio en su día.

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Entrada al parke

Cuando regresaron mis amigas me di cuenta que algo estaba mal, la casa de cambio estaba cerrada y el guía (me imagino que lo sabía) dijo que no había ningún problema, que un amigo suyo lo cambiaba el euro 13.200 rupias, cuando ellas les dijeron que no estaban de acuerdo, les ofreció a 14.000 rupias. Terminaron diciendo que no aceptaban, ya que el ultimo cambio lo habíamos hecho a 15.450 rupias, nos dimos perfectamente cuenta porqué no quería que cambiásemos en el aeropuerto. Así que al final liquidamos la cuenta parte en efectivo y la otra parte con visa.

Lo que si pagamos a precio de oro fueron las cervezas que nos trajo para el trayecto en barco.

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Río Sekonyer

Comenzamos nuestro recorrido en nuestra embarcación. En la cubierta teníamos una mesa con sillas, dos colchones que por la noche se convertiría en nuestras camas y a las cuales se les pone unas mosquiteras a la hora de dormir. También teníamos un pequeño váter y una ducha, donde el agua caiga a cuentagotas. La comida nos la hacia el personal del barco en la parte de abajo, y tengo que decir que la comida del barco fue de las mejores que hicimos por indonesia.

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Campamento de Tanjung Harapan

Primer día. Comenzamos el recorrido por el río Kumai para luego coger un afluente, el río Sekonyer. Justamente a la entrada de este río tienes una estatua de un orangután. Es la entrada al Parque Nacional Tanjung Puting. Al poco tiempo nos sirvieron la comida, abundante y deliciosa. También comenzó a llover lo cual me preocupaba a la hora de visitar el primer campamento. Mientras avanzábamos el paisaje de palmeras fueron desapareciendo y la vegetación comenzó a ser como lo esperábamos, la selva.

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Orangután

Una vez terminado el almuerzo desembarcamos en el primer campamento Tanjung Harapan. Llegamos al centro de información, esperábamos que nuestro guía nos explicase algo, pero nos dijo que nos quitásemos los zapatos para entrar en la sala y que viésemos y leyésemos lo que allí había. Nos sentó bastante mal, porque muchos guías estaban allí con sus clientes explicándoles todo. Continuamos caminando hasta llegar a través de la selva a una plataforma de madera donde a las 15:00 horas le dan de comer a los orangutanes. Les ponen plátanos y los llaman, todos estábamos deseando verlos, y poco a poco van apareciendo, las copas de los árboles comenzaron a moverse y nos iban indicando donde estaban. El problema que tuvimos es que comenzó a llover, lo que hacer fotos se nos complicó un poco.

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Campamento Tanjung Harapan

Era maravilloso verlos llegar lentamente, pero lo más bonito es cuando una hembra apareció con su cría. Estuvimos un buen rato. De regreso nuestro guía nos llevó por otro camino para enseñarnos algo de la selva. Regresamos al barco y nos esperaban con un tente en pié para chuparse los dedos. Al final de la jornada atracó el barco para hacer noche, no pueden navegar después de las ocho de la tarde. Aquí fue cuando nuestro guía nos dijo que si queríamos ir por la noche a ver en la selva algunos animales tendríamos que pagarle dinero (unas 100.000 rupias por persona), nos comentó que lo de salir por la noche no estaba incluido en nuestro programa. Ya teníamos información de antemano que muchos guías lo hacen por su propia cuenta y en algunos paquetes están incluidos. Este lo dijo de una forma que realmente estaba fuera de lugar. Con el paso de las horas iba metiendo la pata cada vez más, y no solamente por esto, era las confianzas que él se atribuía.

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Selva

Segundo día. Bien temprano nos sirvieron el desayuno y nos pusimos otra vez en marcha, el día había amanecido soleado, pero la cámara de fotos era imposible usarla, por la humedad que había cogido durante la noche. Tuve que ponerla al sol y meterla en una bolsa de plástico.

Durante el recorrido estábamos pendiente de los árboles y lo que podíamos ver, por supuesto los macacos grises abundaban, pero teníamos ganas de ver los monos narigudos y nos lo estaban poniendo casi imposible. Solamente una vez lo conseguimos y solo por un par de minutos aunque el capitán paro el barco para poderlos fotografiar al poco instante desaparecieron.

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En el río Sekonyer

Finalmente navegamos unos 10 km hasta el segundo campamento, Pondok Tanggui. Llegamos a una pasarela y caminamos aproximadamente 1 km hasta llegar a otra plataforma. Al poco tiempo llegaron los cuidadores o rangers con cestas de plátanos para los orangutanes y comenzaron a llamarlos. Además de ir llegando los orangutanes por las copas de los árboles, también aparecían entre la maleza. Fue espectacular, además veías quien era el jefe y quien comía antes, algunos de ellos tenían prácticamente que robar los plátanos. Era una sensación maravillosa verlos y sobre todo observar sus lentos movimientos, aunque de lentos tienen poco cuando trepan o corren. Nos quedamos un buen rato disfrutando de aquel espectáculo, pero siempre con la pena de verlos en recintos protegidos ya que la mano del hombre ha destruido casi por completo su hábitat.

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Mono narigudo

Regresamos a nuestro klotok para almorzar y seguir navegando hasta el último campamento, Camp Lealey. Como siempre nuestro guía nos dejó en el centro de información para que nosotras nos informáramos por nuestra cuenta. Por lo que pude leer este fue el primer centro de investigación y rehabilitación del Parque Nacional Tanjung Puting, fundado por la doctora Birute Mary Galdikas.

Como siempre nos llevaron a una plataforma para ver cómo le dan de comer a los orangutanes, pero cuál fue nuestra sorpresa que uno de los orangutanes vino caminando tranquilamente y pasó por medio de toda la gente que estaba esperando, con una tranquilidad sobrecogedora. Allí nadie se movió, fueron momentos increíbles.

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Gibón intentando comer

La gran atracción fue cuando un gibón (Hybolatidae) apareció entre las copas de los árboles queriéndose unir al festín, cosa difícil con los orangutanes que eran muchísimo más grandes que él. Pero con su ingenio y una tremenda agilidad, consiguió su botín, repitiendo la acción de coger plátanos unas cuantas veces.

Terminada la visita del tercer y último campamento, nuestro guía nos llevó por otro camino. Esta vez si nos mostraba algunas cosas, como las hormigas gigantes. En el camino Vicen se quedó un poco rezagada, nosotros caminábamos cuando de un pequeño camino se nos apareció un jabalí, ahí sí que nos quedamos un poco con la boca seca. Nuestro guía nos dijo que caminásemos lentamente y sin hacer mucho ruido, el jabalí se plantó en medio de nuestro camino y Vicen no podía unirse a nosotras. No sé cuánto tiempo estuvo parado allí, tampoco sabíamos sus intenciones, estaba observando la situación. Posteriormente aparecieron tres pequeñas crías de jabalí que siguieron a su madre y al poco desaparecieron. Comprendimos que era la madre la que estaba calculando se podría haber algún peligro para sus crías, cuando las llamó y estuvieron junto a ella se fueron precipitadamente.

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Orangután

Regresamos a nuestro klotok, era la última noche que dormiríamos en él. Aquí si llegamos ver a una hembra orangután con cría en estado salvaje, se acercó al río a beber.

Cuando comenzó a anochecer amarraron el barco en el mismo lugar que la noche anterior, y esta noche tampoco salimos a la selva.

De la ilusión que tenía de hacer fotos a las estrellas y ver luciérnagas se quedó todo en un pozo, me habían hablado de lo bonito que era, pero desgraciadamente al humo que había no fue posible.

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Orangután

Tercer día. Nos levantamos bien temprano, nos sirvieron el desayuno y continuamos navegando de regreso al embarcadero de Kumai. Nuestra visita a los orangutanes llegaba a su fin. De pronto nuestro barco se detiene y el guía nos muestra un cocodrilo. Estuvimos un buen rato siguiéndolo y observándolo. Por cierto hay carteles en los embarcaderos y orilla del río donde prohíben el baño a la gente por los cocodrilos.

Una vez llegamos al embarcadero, tuvimos que esperar un poco para que el coche nos llevase al aeropuerto. Nuestro guía nos dejó y la despedida fue más que corta, no quedamos muy contentas con él. Pero cuál fue nuestra sorpresa que cuando entramos en la terminal del aeropuerto nos dicen que nuestro vuelo a Surabaya estaba cancelado.

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Cocodrilo en el río Sekonyer

Nos dirigimos a la oficina y nos comentan que por problemas del humo no se podía despegar, que si queríamos nos ofrecían el cambio de vuelo a Yakarta. Ahí fue cuando ya no me pude callar, y les dije que cómo podía salir el vuelo hacia Yakarta y el de Surabaya no. Si había humo para un vuelo lo había para todos los demás y para colmo en vuelo a Surabaya salía a la misma hora que el de Yakarta.

Hay que decir que a la isla de Borneo como la mayoría de los vuelos en la isla de Java son vuelos de Low Cost, así que te puedes llevar la sorpresa que cambien el horario o cancelen el vuelo cuando a ellos les venga en gana. El problema no fue el humo, si no que las líneas aéreas NAM AIR, cancelaron el vuelo porque iban muy pocos pasajeros.

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Comida en el barco

Se nos planteó el problema que si queríamos volar a Surabaya no podríamos por el horario enlazar con el siguiente vuelo a Kuala Lumpur que teníamos comprado. Así que, sin quedarnos otra tuvimos que aceptar el cambio al aeropuerto de Yakarta, pensamos que siendo un gran aeropuerto tendríamos más posibilidades de llegar a Kuala Lumpur y alojarnos en el hotel que habíamos reservado. El vuelo a Surabaya que teníamos pagado lo perdimos y tuvimos que comprar el de Yakarta – Kuala Lumpur.

Una vez en el aeropuerto de Yakarta tuvimos que movernos con diligencia de una terminal a otra hasta encontrar un vuelo con las líneas aéreas Air Asia por unos 95 euros.

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En la jungla

Sobre las 10 de la noche llegamos a Kuala Lumpur, bastante cansadas y con ganas de darnos una ducha como Dios manda. Cogimos un coche que nos llevó al hotel Ramada Suite en el barrio o zona de Bukit Kewangan.

 

 

 

 

 

 

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